El cuadro de la Virgen no era una foto
La chiripa se convirtió en serendipia *
(*) Se trata, como ven, de andar uno buscando algo y encontrarse, de pronto, con otra cosa tanto o más valiosa que la buscada. Es verdad que teníamos ya la palabra chiripa (que también es bastante estupenda) pero pertenece al ámbito técnico del billar y designa un éxito casual, sin fundamento alguno. Andaba uno buscando una carambola y de pronto se la encuentra por pura chiripa. Muy al contrario, la serendipia es el resultado de una búsqueda consciente que conduce al investigador a un lugar inesperado y distinto, no de carambola, sino casi de milagro. Vean ustedes que hay cosas enormes que se han descubierto por serendipia, como el continente americano, cuando Colón buscaba las Indias, y cosas mucho más humildes y, sin embargo, de cierta utilidad para algunos pacientes, como la Viagra, que apareció cuando los científicos buscaban un fármaco contra la angina de pecho. (Del discurso de ingreso de F. de Asúa en la R.A.E.)
Siguiendo con mi entrada de ayer, anecdota aparte de si; el primer párroco de la Corza, don Rafael, era o no de Valverde y de ahí que la titularidad fuera de la Virgen del Reposo, les digo ya que ni el primer párroco ni el último (pasando por todos los que han sido), ningún párroco de la Corza fue nacido en Valverde del Camino.
Por tanto, vayamos al Cuadro de la Virgen del Reposo que como titular de la Iglesia Parroquial de la Corza estuvo presidiendo el Templo desde el Altar Mayor , justo detrás de donde, desde abril de 2017 y hasta hoy se encuentra la imagen dolorosa de la Virgen del Reposo.
Abusando tal vez, un poco, de la amabilidad de don Alfredo Morilla que me dio toda clase de facilidades para moverme por el templo, hacer fotografías y entrevistar a sus colaboradores y amables feligreses (éstos me facilitaron escaleras, linterna y bayetas para limpiar los detalles de más interés).
Descubrí que el cuadro era una pintura policromada realizada por el pintor sevillano afincado en Huelva, Joaquin Gómez del Castillo realizado en 1937.
En el angulo inferior del cuadro pueden observar la firma de su autor «Joaquin Gómez del Castillo» y el lugar y año; Sevilla, 1937.

JOAQUÍN GÓMEZ DEL CASTILLO, excelente pintor y policromista fue autor de una ingente obra pictórica, restauradora y escultórica en toda la provincia de Huelva. A veces en solitario y en otras ocasiones compartiendo con artistas como nuestro paisano Castilla Jimenez, con Pedro Gómez (el pintor del Conquero) o el ayamontíno León Ortega, coincidiendo con estos últimos en el taller de la calle San Cristóbal.
En Valverde nos dejó muestra de su obra en la Capilla de los Blancos, a los pies del Nazareno; «Escenas del Purgatorio», 1941