Evocación.
Calafell
Eran días grises de principios del otoño, octubre en una playa del bajo Panadés tarraconense; Calafell, también es famosa por su carnaval, además de por sus els castellers.
Nada, ni el carnaval ni castellers, nos llevaron allí. Diego y yo acudíamos a una convocatoria de Manuel Alorda hijo de los propietarios del Gran Hotel Alorda en Calafell que por entonces de la mano de su futura familia politica, está casado con Anneke Derksen copropietarios de la potente Kettler , iniciaba una apasionante aventura empresarial; KETTAL (Kett- alorda) que en poco tiempo se convertíría en la lider nacional de fabricación de muebles de playa-camping primero y de terrazas después.
Era mi bautismo empresarial en una Convención nacional de delegados regionales de KETTAL a la que asistía acompañando a mi hermano Diego que en 1967-68 había sido nombrado delegado para Andalucía occidental.
Concluidas las reuniones de trabajo, la tarde noche se hacía insufrible en un hotel de playa donde los huespedes eramos el grupo Kettal y poco más. Me aburría, Diego en cambio, aprovechaba para tocar el viejo colín allá en el rincón del «salón de baile», del hotel.
Hubo un momento que dejé de oir el piano. Diego tomó unos papeles de recepción, sacó su Montblanc y abstraido en lo suyo fue alternando compases, notas del teclado con anotaciones escritas…
Encantada de conocer estos detalles. Un beso.