El Retablo de la Ermita del Santo
Uso y disfrute de la Ermita
Ya en mi anterior entrada en la que hable de la presentación del proyecto del Retablo para la Ermita del Santo, desde ayer presentado y expuesto a la opinión pública, dije que desconozco el proyecto, tampoco la exposición de lo que sé es lo que he leido en blogs, por tanto no voy a entrar a enjuiciar la obra artística que se presenta.
Es mi intención tan sólo hacer una consideración técnica que si importa y mucho en el día a día del uso y disfrute de la Ermita en tanto en cuanto estamos ante una iniciatíva que va a incidir y condicionar la funcionalidad del edificio de uso público al que en definitiva está destinada la Ermita que no es otro que la liturgia de la Palabra de Dios a través de la voz humana, también de la música.
Nuestra Ermita del Santo desde su Consagración, hace hoy precisamente 52 años, tiene un grave problema acústico que viene dado a mi entender desde su origen, es decir de diseño, problema que se agrava al ser aún un edificio «desnudo», es decir pendiente de su decoración; falta vestirlo.
Sus paredes, techos y suelos están terminadas en materiales ( pintura, yeso y mármol) todos ellos que reflejan el sonido. Tan sólo los bancos de madera y el público actúan como «absorventes» del sonido. Estamos por tanto ante un problema «fisico» que ha de resolverse introduciendo elementos que «absorban» las ondas sonoras que «como locas andan de una pared a otra» llegando a nuestros oídos antes de la «buena onda» que nos trae el mensaje que nos interesa, enmarañándolo y haciéndolo ininteligible. Con esas condiciones los medios de amplificación electrónicos vienen tan sólo a agravar y evidenciar más el problema.
Hablaba al principio del uso; el mensaje a través de la palabra. Es por eso que con todo lo anteriormente expuesto que es de todos conocido, respondamos a la siguiente cuestión: