Capataces, maestros de capataces

El luminoso último domingo de febrero

En todo momento estuve muy cerca del paso, junto a Pepe; foto de la cuadrilla ante el paso, en la primera levantá de la Iglesia en la que capatáz y camarista, solos ante el paso hicieron liturgia en el golpe seco de llamador, ella, despues presignandose dió unos  pasitos atrás, apartandose. El, ordenó con voz comedida, esta vez sí, tras la lenta subida a pulso…¡Vámonos defrente !

Con la «Urna».Año 1963

Hace dos años hice historia de mi primer día. Fue en la Puerta de la Laja, este luminoso domingo, 27 de Febrero de 2011, al ponerme ante el paso, cuadrado entre el cancel, cuando se me hicieron presentes; estaban allí, de nuevo los dos hermanos, de sangre, de profesión y de túnica; «Los Cándidos», como le llamábamos en mi casa. Cándido con voz queda ordenando la maniobra, movimientos cortos, así; ¡ poco a poco !. Juan, desde dentro, cargando en sus hombros, porque muchos quizás no lo saben pero solía meterse «dentro», una vez el paso ya estaba en el repecho de la Cuestaelsanto. Nadie, excepto sus compañeros, se percataba de cuando entraba y salía.

Allí, sonando ya «el Siete», seguían junto a Pepe Dominguez su discípulo y este con los suyos, al frente. Emocionante, incluso se me escapó en algún momento…¡»aguantá la mecida«!, ¡ más suave !, no lo puedo remediar.

Luego en la cuesta, al coronarla, al sonar la campana y los aplausos de un público hasta ese momento sobrecogido y en silencio. Y ¿cómo no ? al comenzar su entrada en la ermita a los sones de «Al Gólgota».


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