HERMANAS Y MADRES. Ejemplo, ejemplares.

Madre María de la Purísima

Todas y cada una de ellas son ejemplares, ejemplos de vída consecuente, se les nota en la cara, en su semblante, cuando hablan y cuando callan. He conocido a muchas de ellas en mis mejores momentos y también en los peores, a «Madre» como cariñosamente llaman a su Superiora jerarquica, hermanas y novicias,  de velo negro y de velo blanco, veteranas y novicias,  cargadas de paquetes y cambiando a los enfermos, andando a golpe de alpargata y en el Metrocentro, cantandole al Rocio de vuelta, a la Amargura y a la Macarena siempre cuando van de vuelta.  Recogidas, sentadas en el suelo de su capilla y «arremangadas» con sus manguitos y delantal a rayas fregando suelos, siempre con buen semblante, rebosando paz.

Hermana Crucificado, hermana San Sulpicio, Madre Amalia con su brillante tartamudez y cabeza privilegiada, hermanas valverdeñas, éstas sin sus nombres de «guerra», la de Cané, la de El Tarra, la de Juanito «El de los Cortes», Pablito, etc. etc.

Lopera, Arjona, Pizarra, Peñaflor, Coria del Rio, Villanueva del Rio y Minas, El Cerro de Andévalo, Madrid, Valladolid, etc, etc. todos nombres de pueblos y ciudades como de la familia, mi familia, nuestra familia porque como suelo decirle a las hermanas  que periódicamente nos visitan; somos «hijos del cuerpo».

Siempre en mi casa estuvieron presente las Hermanas de la Cruz. Mi abuela entregó a esa causa sus dos hijas; una,  en plena juventud abandonó sus trastos de aparadora, no podía ser  otra cosa en Valverde, marchando para unirse a esa tropa franciscana , Rosario Álvarez  Valero se esfumó para convertirse en la Hermana San Daniel de la Cruz.









La otra hija, Dolores, mi madre, quiso vestir el hábito de sus Hermanas en su viaje último. Para nosotros, siempre, la Hemana San Daniel fue «la títa Monja». En mi infancia el día más feliz del año era cuando, tras el Adviento o los Ejercicios Espirituales, ibamos a Sevilla a ver la tía monja.

Me impuso siempre la bajada a la Cripta donde, en una pequeña sala abovedada, repleta de flores estaba la Lápida de «Madre», Sor Angela de la Cruz y frente a ella la del Cardenal Ilundáin. Bajada preceptíva tras el saludo, crucifijo por delante que nos saltábamos a la torera dandole siempre un beso mitad en la mejilla, mitad en la toquilla.

Hermana San Daniel vivió hasta hace muy poco. La última visita, como siempre, fue en el patio principal de la CASA MATRIZ, en la calle Sor Angela de Sevilla, allí nos reunimos casi todos con nuestras proles; besos de rigor, esta vez, no nos puso por delante el crucifijo, oía ya con dificultad, había sobrepasado ya  los ochenta pero seguía durmiendo un día sí y otro no en el que cuidaba de sus enfermos,  sobre su tarima de madera.

De pronto un día, como siempre hacía, desapareció a sus aposentos, volviendo de seguida, esta vez; sin escapularios ni almanaques,  tan sólo traía la carpetilla azul con elásticos, todo su patrimonio,  que abrió y nos fue dando algo a cada uno.


Cuando llegó mi turno me entregó su legado, algo que conservaba desde más de sesenta años,  el regalo más bonito que jamás recibí, se trataba de «su testamento» ; era la primera vez que veía y leía la letra de mi madre que decía:

«Hice esta foto con la idea de que vieses cómo está el chico

y mira que pequeño lo han sacado.

Tu hermana»

Dolores

 Este sábado,  van a  beatificar en Sevilla a la Madre María de la Purísima en un solemne Acto presidido por la Virgen de la Esperanza Macarena que para ello,  hará una salida extraordinaria desde su templo hasta   LA CARTUJA.

Hace 15 años de aquella otra salida de la Macarena a la explanada de su Arco y por todo su barrio, fue el 23 de septiembre de 1995. Tuve el gran honor de realizar la producción de ese evento que hoy comparto con ustedes ofreciendoles estos vídeos  que con un montaje musical especial recoge aquella efemérides y porque en el se canta una habanera que las Hermanas de la Cruz le cantan cada Viernes Santo de madrugada cuando la Hermandad de la Macarena les visita.

En uno  de estos vídeos aparece Antonio Gálvez Marín, valverdeño, dirigiendo los cantos de la Asamblea y Rafael Becerra Vázquez , hijo de valverdeña, director artístico del Acto. También aparecen personalidades entrañables, amigos, que ya no estan entre nosostros; Alberto Jimenez Becerril, concejal y Antonio Sánchez Lecaroz, responsable de protocolo, ambos del Ayuntamiento de Sevilla.

Antonio Gálvez Marin

Vaya mi homenaje de admiración a la obra de esta Santa Congregación, a todas las Hermanas de la Cruz , santas de alpargata y a la memoria de la Hermana San Daniel de la Cruz, nuestra tía Rosarito, la monja.

Andrés Romero Álvarez.Copyright, 2010

ASÍ SE HIZO

3 Comentarios »

  1. Llegué a quererla mucho porque ella sabía hacer eso muy bien. La visité muchas veces, en Andalucía, en Madrid, en Valladolid. Incluso se quedó en casa a dormir una noche con otra compañera. No sé cómo lo hicieron porque lo tenían totalmente prohibido. Me ha gustado conocer la foto, la escritura de tu madre (tan parecida a la suya) y recordarla a ella.

  2. Me ha encantado Andrés, mi padre tenía mucha relación con las hermanas de la Cruz y el cariño también nos lo inculcó en cierta medida a nosotros, seguro que algo tenía que ver su tita Rosario. Saludos

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