«Bienvenido Mister Cumbanchero»
Bartók versus Hernández
El Cumbanchero. También conocido como “Rockfort Rock” o “Comanchero”. La más grande y conocida rumba que ha dado Puerto Rico, compuesto por uno de los músicos más importantes del país, Rafael Hernández «Jibarito» (1891-1965).. Que le mereció la Condecoración al Mérito Artístico por parte del Presidente John F. Kennedy, quien al recibir al músico Hernández en la Casa Blanca le saludó con la frase conocidísima y célebre: “Bienvenido Mister Cumbanchero”
La “Cumbancha” es un vocablo muy cubano sinónimo de fiesta popular, por lo que ir a ese tipo de festividad se dice: “Vamos a cumbanchear”; y al que acostumbra a hacerlo muy a menudo se le llama ¡¡ “Cumbanchero” !!
Bela Bartók y su Concierto para Orquesta
1943: Bartók, excelente musicólogo además de excepcional compositor, exiliado en Nueva York, ignorado por los estadounidenses, enfermo terminal de leucemia, Béla Bartók recibe en el hospital la visita de Koussevitzky, que le trae un encargo de la Sinfónica de Boston. Será casi su testamento y quizá su obra más maestra: el Concierto para Orquesta. ¿Metió Bartók su enfermedad en el Concierto?… ¿Hay en ello desesperanza, o enfrentamiento, o canto a la vida?…
Bueno: empieza con uno de sus escenarios nocturnos y el tema «del estallido» , y sigue con un primer movimiento basado en dos temas tristes.
En el segundo movimiento, el «Juego de parejas» …
En el tercero, la «Elegía», música nocturna otra vez con una metamorfosis final hacia la maravilla, el encantamiento.
El cuarto, «Intermezzo Interrotto», parece una feroz sátira contra Shostakovich y su “Septima”. ¿?…
Y el quinto es un canto de «afirmación por la vida»: un movimiento perpetuo frenético, y el tema de… ¡¡El Cumbanchero!!… de Rafael Hernández.”Jibarito”, portorriqueño triunfador en Cuba . Fusión magnífica con la tierra, las razas humanas, y tal vez ¿aceptación positiva de la muerte?…
[vimeo http://vimeo.com/167288758]
“A propósito de Bartók se ha manejado mucho el concepto de «folclore imaginario» desde que lo introdujera su primer biógrafo, Serge Moreux. Se supondría que había asumido de tal manera los elementos de lo popular húngaro que sería capaz de reinventarlos sin recurrir a citas auténticas. Hoy día ello está sujeto a revisión pues, si bien es cierto que esos elementos de metamorfosean profundamente algunos de ellos, que se estimaban inventados, tienen sus orígenes bien rastreados. Parece que Bartók estaba más cómodo con puntos de partida que reelaboraba genialmente. Incluso se ha visto como algunos de esos materiales tienen orígenes muy alejados, es lo que ocurre con la cita que de manera estupefaciente realiza en el final del «Concierto para orquesta» de un tema popular cubano («El cumbanchero»).
Personalmente siempre me había resistido a creerlo y pensaba que era una simple coincidencia (que además suena muy «hungarizada») pero no hace mucho en una larga conversación con el pianista Gyórgy Sandor, que estuvo con Bartók en sus últimos meses, me aseguró que era rigurosamente cierto y que Bartók necesitaba recurrir a temas populares preexistentes aunque los transformara drásticamente. Tanto que no me parecería oportuno citar a propósito de los temas árabes o cubanos de Bartók el nacionalismo turístico. Todo los temas tienen en él un valor germinativo capaz de recrear todo un lenguaje y un repertorio de formas.” (*)
(*)Lo folclórico en el sinfonismo: nacionalismo turístico y de postal.
Tomás Marco. Compositor musical“Música Oral del Sur” Revista Internacional . № 6. Año 2005.
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Hola.
En Music for Strings, Percussion and Celesta, ya suena algo que recuerda al Cumbanchero… y es una composición del 36, mientras que el Concierto para Orquesta.y el propio Cumbanchero son del 43. Atención a partir de minuto 16.34 aprox