De un hijo legítmo de Valverde

Respuesta a la carta de Miguel Angel Dominguez «a la ciudadanía de Valverde».

Desde el aprecio y la estima. Mi respuesta es politica nada más.
Vaya por delante que siempre es bueno que, aunque tarde, se dé la cara.

• – No es cierto que hayas estado en silencio. El 24 compareciste acompañado de tu equipo para hacer publico “el compromiso de seguir luchando por Valverde los cinco concejales del Psoe, haciendo una contundente y leal oposición”.

• -No era eso lo que esperaba gran parte de la ciudadanía y de la escualida militancia socialista valverdeña.

• -Representas al máximo nivel en Valverde,  al partido que bajo sus siglas, condujo a Valverde, tras el larguisimo periodo oscuro del dictador a las mayores cuotas de prestigio local, provincial e incluso internacional, erais herederos de unos socialistas que padecieron persecución, trabajaron en la clandestinidad. Posteriormente, incluso dentro del partido,  a nivel provincial y federal se hicieron respetar llegando incluso a traer de cabeza al mismisimo Alfonso Guerra, Navarrete y Marin Rite, caudal politico en el que posteriormente, capitaneados por Cejudo os incorparasteis muchos  más pero que tras la penultima legislatura fuisteis dilapidando, año tras año, con enfrentamientos y deserciones, unas explicadas a medias, sin explicación otras. Claro está,  aquellos polvos trajeron estos, los lodos, en los que tuviste que meterte hata el cuello, eso te honra pues podrías haberte marchado,  para intentar salvar “la nave escorada de muerte”. Cada palo, por tanto, ha de aguantar su vela.

• -Dicho lo anterior, Secretario General del Partido Socialista local, ante esos hechos, solo se construirá sobre una base sólida; dimitiendo, combocando a la militancia y que sea esta la que, ya que hablas de miedos, desde la libertad sea esta la que decida quienes han de conducirla hasta lograr de nuevo la confianza de los ciudadanos de Valverde (la mayoría sin duda dentro de poco lo empezará a pedir).

Nada más, se me queda mucho en el tintero, tiempo habrá de seguir debatiendo. Es de agradecer esta carta pero has perdido una ocasión de oro para empezar desde la autocrítica.

Saludos