Felicidades

Por estas fechas para nosotros tan agridulces;  tristes y al tiempo  alegres y entrañables, cuando la sensibilidad se nos ha puesto, siempre a tope desde que comienza diciembre, al dia siguiente de mi santo.

El dia tres del mes con el último santo a celebrar antes de la fiesta de «Los Manueles» (dos Manueles, dos Manuelas y un José Manuel), comienza el gozo.  Tambien al comenzar el mes, en nuestra casa de la Calleja, tras el portón en el segundo cuerpo se sustituía el coqueto tresillo de fino mimbre, casi nunca usado, por  el inmenso y espectacular Nacimiento; grandioso el  palacio de Herodes,  el Portal de corcho, regajo,  puente, cura con el paraguas en lo alto el burro y a lo lejos desde la izquierda Melchor, Gaspar y (el mío) Baltasar, todos en sus camellos y con toda su  corte de ayudantes, pajes, pastores, etc..

Todo un rito; Catano y Manolito «el carrero»   se ocupaban de acarrear los ramos de  mortiños, madroños, romero, la panita y el serrin.

La Rita de don Jesús «el medico» era la ayudanta en las tareas de montaje y escenografía. Lo describo tal como «lo veo» a pesar de que fueran tan pocas las veces que realmente lo viví, apenas nada. Siempre recuerdo el lugar que durante todo el año y el resto de los años,  ocupó embalado, en  el «doblaillo chico» de la casa de la Calleja.

El día 12 , celebramos el nacimiento  del último de los hermanos y de inmediato el fatídico catorce de diciembre.

Hoy dieciseis, cumples tus años, siempre te he felicitado un mes antes o se me ha pasado,  menos este año que me lo he propuesto y en ello estoy.

Este temporal de frio que especialmente en Toledo se ha venido encíma y mi propósito de que esta vez no pasara sin felicitarte en tu cumpleaños, han provocado que se me amontonen cantidad de recuerdos .

Frías las mañanas que abuela te levantaba, por razones obvias eras el único de los hermanos, para acompañarla a diario a la misa «del alba», con la que caía.

Frío  de helarte cuando de «paquete» en la vespa, nos desplazábamos  aquella Nochebuena que pasamos los dos en tus años de «pastoreo» en la Sierra de Aracena.

Frías, las navidades madrileñas en Moratalaz.

Frío, aquel Fin de Año que pasamos todos en «Zocodover»,  masconeo  incluido.

Frío tambien entre encinares  andévaleños  de Castillejos en el 2002, como frío, en Toledo,  fue el puente de la Constitución del pasado 2008 .

Frío sí, pero ¡ Cuanto calor y disfrute a la vez!

Vendrá despues, cada diciembre,   la güasa de la inocentada que desde aquel día 28 de 2003, nos dejó helados de verdad a todos.

Hoy  te deseo  que goces de un buen día y que cumplas con salud muchos , muchos años más.

 «Cuelgo» un recuerdo de los ratos pasados en Toledo donde disfrutamos de vuestra hospitalidad en aquellos hermosos días  en  que, los 28 que fuimos, cogimos el «Trankazo en Toledo»

Feliz cumpleaños, Daniello.