28 de diciembre…
«Cuando cantes una habanera…«
Corría el mes de diciembre de 1963, habían nacido ya tres niñas y se esperaba el cuarto nacimiento en el piso de la calle El Sol, en Valverde del Camino.
Un niño, por fin un niño y por fin Diego, otro Diego Romero, Boza en este caso y una gran alegría para su progenitor.
Lo recuerdo perfectamente; mi hermano mostrandole a sus amigos su nuevo vástago, arrodillado junto al «moisés» ricamente vestido de bordados, en la penunbra de la salita, junto al piano, haciendo todo un pregón de las excelencias del bebé y de su varonil condición, quedando posteriormente plasmado en esta habanera dedicada por Diego Romero Álvarez al hijo que acababa de nacer.
«Cuando cantes una habanera…» le dice cantando, hoy Fernando Romero, el menor de los hijos, a su hermano Diego recordando a su padre.
En el próximo febrero, D.m., nacerá un nuevo Diego Romero y será la quinta generación descendiente de aquel insigne zapatero; Diego Romero Bernal de la calle Peñuelas.
Un año más recordaré aquel día después de «los Inocentes» (2003), cuando al comenzar su ocaso, Valverde entero, cantó por habaneras, desde la Iglesia hasta el «Camino de los Silillos» cuando devolvía a su tierra a uno de sus hombres más queridos.
Feliz navidad
Muchas gracias tio Andrés, un artículo sencillo, cariñoso y entrañable.
Gracias tito por estar siempre pendiente de tantos detalles y por honrar la memoria de nuestro padre. Un beso y abrazo fuertes.
Sin palabras. Todo corazón…
Joder, Elo, ¡si ayer estabas conmigo! Ya me resisto a decirte cosas bonitas, qeu después me las echas en cara.
Un abrazo.
¡Ya ves!, antes de encontrarme con los amigos, procuro hacer mis deberes. Gracias por volver a entrar y de nuevo saber de tí.
Aún así, cada vez que voy a nuestro pueblo me encuentro con que alguien me dice; ¿Vienes poco, no?.
Un abrazo