MORENTE. En la memoria
¡ Madre !
Canta, o mejor dicho, susurra, musita y al final «se rompe» Morente con Rafael Riqueni a la guitarra, invocando a la Madre en su Amargura, según Font de Anta, que se presenta ante «las hermanas», de la Cruz.
Las imágenes, no muy buenas, recogidas ante las hermanas de la Cruz en su Casa Matriz. Es domingo de Ramos de 1981.
Enrique Morente, no siempre aceptado y bien tratado, desde la Puebla de Cazalla para acá por la gente del cante, hizo con «Amargura» una de sus incursiones no siempre aplaudidas ni aceptadas. Ahora, si, ya es y está entre los grandes.