Noches de luna. Luna quebrada a luna llena
En la espera a que refresque.
Tuvimos un comienzo de julio con la caló justíta, poquito de marea al mediodía que ayudaron a siestas antológicas, la luna en creciente, luna quebrada, con noches luminosas y cielos estrellados que nos han traido a estas noches de Santiago y Santana de levantazo, calor húmeda y mediodías de hábito.
Estas noches de luna llena, oscuras, espesas, como mucho un lucero enfrente que te llevan a sentarte en el porche hasta las tantas esperando que llegue, que entre, ¡por Dios, el fresquito de una santa vez!.
Eran noches de era y pajones, revolcones de chiquillos y picores en las espaldas sudadas por los juegos, noches de pucheras y dornillos en Corte Elvira, los Riscos Tintones, las Aldefillas, la venta Claudio y tertulias en los bancos de la plaza hasta que se barruntaba el trasiego de José Dolores Limón abriendo el ambigú de la otra plaza, la de vendé.
Noches de luna llena, cómo esta que se nos está yendo ya, de encuentros, cuentacuentos, guitarras y hasta boleros...como este.