Se acaba mayo, se acabó.
Se acabó el Rocio, se va un mayo espléndido.
Los campos de nuestra tierra están rebosantes de color, la temperatura se ha comportado de primavera, no ha sído hasta ayer y hoy que el calor ya es «la calor».
El Rocio, es otra cosa, es la primavera dentro de la primavera, algo asi cómo una sobre excitación, para los que sentimos estos cambios, claro está, que este año precisamente porque mayo ha «mayeao», se ha completado y cerrado el circulo.
Volvía el pasado miercoles, la Carreta de Sevilla, con sus bueyes «pintaos», el carretero al frente con la bara levantá, al filo de la medianoche, por el puente…; reluciente, iluminada pero vacía de Simpecado y flores; ¡Se acabó lo que se daba! , hasta la luna y el bus turístico le iban acompañando en su gratificante soledad.Quedan ahora el regusto y los recuerdos.