Vayan con Dios, rocieros de Valverde.
Voy Caminando…
Sevillanas del Coro de la Hermandad. 1989 interpretadas en el Pregón de ese mismo año.
Por su interés reproduzco la reseña histórica que sobre la Hermandad del Rocio de Valverde, publica el Ayuntamiento de Villamanrique de la Condesa en su web oficial , en su apartado : «Hermandades del Rocio». Abarca hasta 1978
«Hermandad de Nuestra Señora del Rocío de Valverde del Camino
La Hermandad de Nuestra Señora del Rocío de Valverde del Camino, fue organizada en junio de 1935, siendo erigida canónicamente en la Iglesia Parroquial de Ntra. Sra. del Reposo, por decreto del Arzobispado de Sevilla del 27 de septiembre del mismo año. Su primer Hermano Mayor efectivo fue don José María Boza Domínguez, siendo Hermanos Mayores Honorarios: don Juan Vides Álamo y don Luis Arroyo Valero. Tras ser aprobadas las Reglas de la Hermandad, se adquieren las varas, insignias, Guión y Bandera; el Simpecado, sobre terciopelo rojo oscuro, bordado en oro y con la imagen de Ntra. Sra. del Rocío pintada al óleo, fue donado por don Luis Arroyo Valero.
El Domingo de Pentecostés del año 1936, acude la Hermandad en peregrinación a la Aldea del Rocío, después de haber celebrado misa de romeros en la Iglesia Parroquial. La Hermandad estuvo apadrinada por la de Trigueros, con la que hizo su presentación, ante la Hermandad Matriz. Tanto a la ida como a la vuelta, en su camino, tuvo dificultades con elementos perturbadores que hicieron intentos de agresión, con insultos y amenazas. Con motivo de la Guerra Civil, se suspendió la peregrinación, celebrándose en la Ciudad un Rosario en honor de la Blanca Paloma, el domingo de Pentecostés.
En el año 1939 vuelve a acudir en peregrinación la Hermandad; en esta ocasión al frente de la misma figuraba como Hermano Mayor don Luis Rodríguez González. En el 40 acude al frente de ella don Miguel Carrillo Becerro. En el año 1941, es el mismo Hermano Mayor el que lleva la Hermandad a la Romería, y en este año se estrena carreta, que hasta entonces no había poseído Valverde. La Carreta de madera de nogal, fue diseñada por el escultor onubense Gómez del Castillo.
En el año 1942 acude al frente de la Hermandad, don Jorge Fleming Rodríguez; en este año estrena la carreta cuatro candelabros de plata repujada, donación de don Hugo Maidment y don Guillermo James, que pertenecía a la compañía Inglesa- Minera Alkali Limitada.

De los años 1943 a 1952 fueron Hermanos Mayores de esta Hermandad los siguientes señores: don Rafael Borrero Gómez, don José Mantero Rite, don Miguel Andrade Martín, don Tomás Cárdenas Valdayo, don Juan Hidalgo Domínguez, don Francisco Rite Morían, don Joaquín Carrillo Becerro, don Antonio Pérez Caro, don Diego Fleming Rodríguez y don Antonio Villadeamigo Calero, respectivamente.
En 1953 el notario don Diego Romero Pérez, acude como Hermano Mayor al frente de esta Hermandad filial; cumpliendo una promesa acudió con todos los colonos del Coto de Candón-Beas y sus familiares. En este año la peregrinación revistió particular brillantez, con veinticuatro carros debidamente adornados. En 1954 figura como Hermano Mayor don Juan Álvarez Carrasco, que acude a la Romería con la Carreta. Este mismo hermano, al no tener sustituto, se hace cargo de la Hermandad en los años siguientes, 55, 56, 57, 58 y 59; asistía a la Romería acompañado de cuatro Hermanos, en automóvil, con el Simpecado e insignias, con objeto de ponerse a los pies de la Blanca Paloma y de hacer su presentación ante la Hermandad Matriz de Almonte, y así no perder antigüedad. Son estos años de crisis económica, en los que la Hermandad, pasa por momentos difíciles. Don José María Boza Domínguez, que fue fundador y promotor de la Hermandad, realiza gestiones en el año 1960, consiguiendo que en este año vuelva a haber Hermano Mayor, recayendo el cargo en don José Borrero Trabajo, quien hizo la peregrinación al frente de la Hermandad, que no pudo acudir con su carroza, con lo que su desfile revistió gran brillantez. En este mismo año, y para conmemorar las Bodas de Plata, acudió la Hermandad con su Simpecado, a los Pinos de Valverde. Se ofició una Misa por don Elías Rodríguez Martín, Cura Párroco de Almonte; asistió como invitada una representación de la Hermandad Matriz, al frente de la cual iba su presidente don Antonio Millán Pérez; igualmente acudió una representación de la Hermandad de Trigueros, madrina de la de Valverde.
En este mismo año de 1960 se procedió a la restauración de la Carroza y de todas las insignias de la Hermandad; también se construyó una nave en terrenos cedidos por el Excelentísimo Ayuntamiento de Valverde, junto a la Ermita de la Santísima Trinidad, para guardar la carreta y los enseres de la Hermandad.
En el año siguiente, nuevamente don José Borrero Trabajo se hace cargo de la Hermandad, acudiendo este año la carreta arrastrada por bueyes. De 1962 a 1970 asistió la Hermandad a la Romería con los siguientes Hermanos Mayores: don Manuel Baquero Moya, don José Manuel Azogil Mora, don Domingo Malavé Bermejo, don José Asuero Núñez, don Juan Vizcaíno Calderay, don José Mantero Castilla, don Antonio Guerrero Arrayás, don Diego Félix Romero Mantero y don Pedro Vizcaíno Vizcaíno.
En 1971, al no poder hacerse cargo de la Hermandad don José Fernández Rite, renuncia al cargo de Hermano Mayor, siendo entonces una comisión nombrada por la Junta, la que se encarga de llevar a la Hermandad, con el debido lucimiento. En este año, por fin, le es adjudicado a la Hermandad un terreno en la Plaza Mayor, de 535 metros cuadrados; se inicia de inmediato la construcción de la Casa-Hermandad, que ya se ocupa en 1972, siendo Hermano Mayor don José Domínguez del Molino. En 1973 acude al frente de la Hermandad don Ildefonso Calderay González.
Durante la Romería de 1973, surge la idea entre el gremio de carniceros de Valverde de hacerse cargo dela medalla de Hermano Mayor entre dicho gremio, estableciendo, entre el grupo compuesto de catorce, un sorteo. Resultaron elegidos: en 1974 don Cecilio Carrillo Castaño; en 1975 don Antonio Rite Palanco; en 1976 don José Castilla Lazo; en 1977 don Alejandro Carrillo Castaño, siendo costeados los gastos de la Hermandad por el grupo susodicho, dejando toda la recaudación que se hizo en estos años para las obras de la casa del Rocío, cuya construcción se ha venido sufragando mediante donativos, así como trabajo personal de albañilería, etc.
En el año 1978, se hace cargo nuevamente de la Hermandad don Diego Romero Pérez que ya lo fue 25 años atrás. Fue representado por su hijo, don Andrés Bruno Romero Mantero. En esta Romería se estrenó nuevo Simpecado, de terciopelo verde, con bordados en oro y la Imagen de Nuestra Señora tallada en marfil, así como una paloma que representa al Espíritu Santo; cartela construida en plata cincelada; cordones de hilo de oro con dos jarritas de plata y un pequeño relicario con una piedra de la cueva de Nazaret. El costo de dicho Simpecado fue de 243.506 ptas. abonando la Hermandad 120.000 y el resto, así como el importe de terciopelo, fue donado por don Diego Romero Pérez. El cordón del Simpecado lo realizó, como donativo, doña Dolores Mora Márquez.
Si la devoción rociera es considerable a través de todo el año, los días que preceden la Romería alcanzan en Valverde una expectación inusual. Los romeros se preparan en un Solemne Triduo que tiene lugar en la iglesia parroquial de Nuestra Señora del Reposo, que finaliza con el traslado procesional del Simpecado a la Ermita de la Santísima Trinidad, de donde hará su salida.
El pueblo entero bulle el día de la salida: efusión de luces y colores, de sana alegría, de coplas populares. La comitiva: carretas y caballistas, centenares de romeros, se encaminará hacia La Palma del Condado, donde será recibida por representaciones de la Hermandad de La Palma y de Las Palmas de Gran Canaria. Emprenderán las tres Hermandades juntas el camino hasta El Rocío, donde harán su entrada la tarde del sábado. Si la primera parada tenía lugar en El Manzanito, la última parada en el camino de regreso adquiere especial emoción, intensidad y significado en la vida interna de la Hermandad. En la Venta del Carazacho se detiene la comitiva ya entrada la tarde y tendrá lugar el acto de toma de posesión e imposición de la medalla al nuevo Hermano Mayor, según está previsto en los estatutos. A continuación se recorrerá el último tramo hasta la ciudad, donde se hará la entrada pasadas las nueve de la noche, repitiéndose las escenas de fervor y alegría que acompañaron la salida.
Desde este momento, los rocieros valverdeños no dejarán de trabajar incansablemente para que, el próximo año, la marcha pentecostal a la aldea del Rocío resulte, si cabe, más majestuosa aún.»